domingo, 20 de diciembre de 2009
EL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD
La noche del 21 de Diciembre baja el Espíritu de la Navidad a la tierra con la misión de dar. Es una oportunidad. Esa noche toma uno o varios papeles y después de saludar al Espíritu de Navidad con éstas o parecidas palabras, pasa a hacer tus peticiones para el año que va a comenzar.
Puedes escribir:
En nombre de mi amada, magna y todopoderosa presencia “YO SOY”, doy la bienvenida al santo Espíritu de la Navidad quien baja hoy a visitar nuestro planeta con la misión de dar, comienzo saludándolo y dándole gracias por todas mis peticiones realizadas en el año que termina y por las que voy a alcanzar el año que comienza: hoy dejo ante tí las siguientes peticiones …
Puedes hacer peticiones de todo orden, pero es bueno que comiences con aquellas de orden Espíritual. Comienza pidiendo tu adelanto Espíritual y el de todo el planeta. Acuerdate que no debes pedir sólo para tí, sino también para los demás. No te olvides de pedir: “Paz” para tu País y para todo el planeta, la unidad de las naciones y de las religiones, que cesen los perjuicios raciales y las persecusiones, que se descubra un remedio eficaz contra el cancer, la lepra, la locura, el sida, etc.
Sigue pidiendo salud para tí, para tus familiares y para todos los que estén enfermos en el mundo entero. Pide mejores ingresos, pide ropas, pide abundante provisión, pide una casa propia, pide de lo que se te antoje, no te limites, que nuestro Padre Celestial es riquísimo en su poder y sus bienes no tienen límites.
Eso sí, antes de comenzar a pedir, confiézate ante el Señor, pide perdón de todo corazón por tus fallas reconocidas y aún por las que no reconoces, ofrece y proponte corregirte de véras.
Luego perdona en tú corazón a todo el que tú creas que te ha disgutado, perdona, perdona, perdona de véras. Haz un acto de amor y gratitud ante ese Dios paciente que siempre está dispuesto a perdonar, y ahora limpiecito, con el corazón radiante de alegría y esperanza, comienza con tus peticiones. Cada petición debe ir escrita en una tirita de papel. Las recoges en una caja, en un sobre, en una bolsa o lo que sea. A medida que se vayan cumpliendo durante el año cada petición cumplida, las quemas y das gracias. Verás que a fin de año es mucho lo que has alcanzado.
Que sepas pedir y que la luz te envuelva hermano, hermana. ¡Ha! y que sepas hacer buen uso de los bienes que recibas. Al finalizar reza “El Padre Nuestro”.
martes, 10 de noviembre de 2009
INVITACION 11.11.11. ROSARIO-SANTA FE
Invitamos a unirnos en Meditación y Amor para compartir esta poderosa energía de
Este evento lo realizaremos, como en otras oportunidades, en el Planetario Municipal de
Cada participante llevara una rosa y una intención de amor a nuestra querida Gaia para compartirla con los asistentes al evento.
Convoca “Grupo Orión” Para mayor información comunicarse con Wilma o Alicia a los Telef.: 448-7926 y 453-1373.
11.11.11 APERTURA DE LA PUERTA ESTELAR DE LA ROSA
LA APERTURA DE LA PUERTA ESTELAR DE LA ROSA
11:11:11
LAS ENERGÍAS PARA NOVIEMBRE DE 2009
Arcángel Miguel a través de Celia Fenn
Meditación por María Magdalena
Traducción: Margarita López
Edición: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
martes, 3 de noviembre de 2009
UNA SEXUALIDAD PARA LA PAZ
TANTRA
UNA NUEVA SEXUALIDAD PARA LA PAZ
Decía Buda que la causa del sufrimiento es la ignorancia y yo creo que esto no se entiende bien a veces. Esa ignorancia es el desconocimiento de nosotros mismos, la ignorancia de quienes somos realmente.
Se dice que el estrés es la enfermedad de nuestro tiempo y la causa del estrés no es ni más ni menos que ese desconocimiento, la desconexión con nosotros mismos. Realmente el estrés es el exponente más claro de la ignorancia de esta civilización. Un ser humano que se ha lanzado a la conquista de lo externo y que se desconoce completamente a sí mismo. El ser humano actual vive únicamente en su mente. Mas bien diríamos, en una parte de su mente.Y ese trocito de mente, ese hemisferioizquierdo separado, es mentiroso por excelencia. Nos hace vivir en la ilusión del ego, de la separatividad. La separatividad de nuestro cuerpo, de nuestra energía, de nuestra sexualidad, de nuestro corazón..., la separatividad de la Tierra, de los demás seres. Occidente ha sido maestro en crear divisiones: mente-cuerpo, espíritu-materia, amor-sexo... En el Tantra no caben esas divisiones. La visión del Tantra es unificadora: amor no se diferencia de sexualidad, el cuerpo es también Espíritu, expresión de su perfección, mente y cuerpo están unidos.
Y así nos encontramos. La causa del sufrimiento es la ignorancia de quienes somos realmente y el Tantra es un camino directo para expandir nuestra conciencia y salir de esa ignorancia. Pero el Tantra es un camino Espiritual un poco especial. Especial porque integra nuestra sexualidad. A diferencia de otros caminos, el Tantra abraza y acepta todo lo que somos. El Tantra es el camino del cuerpo, de la Tierra. El ser humano ha estado siempre intentando huir de su realidad, y sobre todo de su realidad sexual. La sexualidad ha sido condenada y relegada por la mayoría de las religiones y tradiciones del mundo. Y es normal porque la sexualidad da mucho miedo. Es tan fuerte y poderosa esa energía, nos atrae de tal manera, que es mejor olvidarla, apartarla o condenarla como expresión del mal. Pero todo lo que se rechaza se convierte en nuestra sombra, en lo que nos domina desde las profundidades de nuestro inconsciente. Y ese poder de la energía sexual es sin embargo un regalo cuando lo afrontamos con consciencia y lo tratamos impecablemente.
Realmente no hay nada en este Universo que no responda a una u otra forma de energía sexual. El juego del yin y el yang, lo masculino y lo femenino, luz y oscuridad, está presente siempre. El Universo, Dios, ha realizado una jugada maestra para que la conciencia se desarrolle: entre la separatividad que supone estar encarnados en cuerpos físicos, nos ha dado algo que nos une poderosamente, la energía sexual. Y aquí estamos, en esta tierra, hombres y mujeres, masculino y femenino, padre-madre, yin y yang. Y realmente todo el juego del desarrollo de la consciencia, de llegar a la totalidad de nosotros mimos, desemboca en integrar estos dos opuestos. Integrarlos interiormente (dentro de cada uno de nosotros) y exteriormente, con nuestra pareja, hombre-mujer, con el mundo. Mientras el hombre y la mujer no se unan, mientras no se fusione lo masculino y lo femenino interna y externamente, no podrá haber paz en el mundo.
La sexualidad actual es una sexualidad egoica, basada en el ego, en la autosatisfacción y por lo tanto en la separatividad. Es realmente un camino de separación en todas las parejas, porque con el tiempo va abriendo una brecha cada vez mayor entre el hombre y la mujer. Y no tenía que ser así. Hay otra sexualidad que nos pertenece por derecho propio. Era peligrosa y hubo que reprimirla con creencias, con miedo... Era peligrosa porque es una vía directa al Espíritu, a la Unidad, a la conciencia del Ser. En la "batalla" entre la luz y la oscuridad, se puede controlar nuestro cuerpo y nuestra mente de muchas formas... Pero la sexualidad es más difícil de controlar porque está en la base, en nuestros primer y segundo chacras.
El primer paso en el Tantra es llegar al corazón. La energía del chacra del corazón es la energía de la unión, de la aceptación, de la entrega, frente a la separatividad y la lucha. Se dice en el Tantra, explicando el proceso de elevar la energía sexual en pareja a través de los diferentes chacras, que "Primero somos Dos, luego Uno y después Ninguno". Es una descripción del proceso de pasar del ego, a la fusión y de ahí a la disolución o expansión de la conciencia al Todo. Realmente somos canales de energía entre la Tierra y el Cielo, entre la vibración más densa de la materia y las vibraciones más altas de lo espiritual. Y el trabajo del Tantra es unir esas dos dimensiones del Ser utilizando todo lo que somos, hombre y mujer, nuestra energía sexual como expresión de esa fuerza genésica que nos une a la Tierra.
Para la mujer es más fácil estar en el corazón de forma natural. El corazón es sobre todo la batalla del hombre. El hombre por regla general vive la sexualidad, vive el mundo, desde lo genital y desde lo mental. Esta dividido, como si su pecho no existiese. Por eso hay tanta pornografía. La pornografía es el pene masculino unido a la cabeza. Lo genital y lo mental que domina al hombre. Se ha intentado llevar la pornografía a la mujer y ha sido un rotundo fracaso. Por que la mujer no esta ahí. Un hombre que haya abierto su corazón, vivirá su sexualidad de otra forma. No es que ya no le atraigan las mujeres, pero no estará compulsivamente obsesionado con ellas porque sabrá que lo femenino también es él. Su vida se moverá ya desde otro punto, desde un sentimiento de unión con lo que le rodea. Quizá ya no esté tan interesado en construir grandes empresas, puentes y carreteras o en dominar la Tierra...
Así que el camino en el hombre pasa por abrir su corazón. Y para eso es vital un cambio en su sexualidad. El hombre tiene que dejar de "tirar" su energía sexual como si de un desperdicio se tratara. Un hombre que dilapida su energía seminal será siempre peligroso para la Tierra. En el Tantra el hombre aprende a controlar su eyaculación. A diferenciar entre orgasmo y eyaculación. Dos cosas diferentes. Por asombroso que parezca, se puede tener un orgasmo sin eyacular. Y se pueden tener orgasmos múltiples si eyacular. Y toda esa energía no tirada, no desperdiciada, es la que nos posibilitará llegar a otro lugar. La eyaculación es una gran perdida de energía en el hombre y, a parte de un engaño que nos hace solo rozar el cielo, un saboteamiento del acto sexual. Para que el acto sexual llegue a algo más que un simple encuentro de satisfacción mutua más o menos logrado, para que la mujer se sienta llena y amada, el acto sexual debe prolongarse y terminar al menos en un acto de íntima unión y fusión (corazón) entre el hombre y la mujer. "Primero Dos, luego Uno...". Cualquier cosa distinta será pagada en emocionalidad al día siguiente y será, como decíamos, una vía segura a la lucha y a la separatividad en la pareja, en el mundo...
El Tantra es el camino de veneración de lo femenino. Es a través de la veneración de lo femenino, de la veneración de la mujer como diosa encarnada, como el hombre venera y se abre a su propia parte femenina. De igual manera, a través de la veneración de lo masculino, del dios encarnado en el hombre, la mujer abraza también su propia parte masculina. En el Tantra se dice que el hombre penetra a la mujer por el yoni y la mujer penetra al hombre por el corazón. De esta forma, a través de la danza de lo masculino y lo femenino, ambos, hombre y mujer, tienen experiencia de su propia contraparte. El Tantra es la danza universal de Shiva y Sakti reproducida por el hombre y la mujer en su unión física. A través de esta danza se crea un circuito de energía entre los componentes de la pareja, que diluye lo personal y expande la conciencia. En la sexualidad normal, la energía se queda "taponada" en los tres primeros chacras (sobre todo en el hombre) potenciando el ego y el predominio de la mente. En la mujer, la sexualidad normal producirá una sobrecarga emocional y una separación entre su corazón y su energía genital.
En la relación sexual, la mujer tiene que sentirse amada y esto supone que el hombre se olvide de su efímero placer y se entregue. El hombre así equilibra y unifica a la mujer. En la relación tántrica la mujer llega a sentir el lingan del hombre como un rayo de luz que la penetra hasta la coronilla. La mujer devolverá el regalo permitiendo al hombre acceder a la joya de su pecho y abrir su energía más allá de su garganta. La mujer así mismo, debe situarse en su esencia femenina, la entrega, y dejar de utilizar el acto sexual dentro del juego emocional de recompensa o premio. Hoy en día el pene del hombre y la vagina de la mujer están cargados de emocionalidad y esta debe ser liberada para que ambos puedan llegar a la experiencia del amor tántrico.
Para que todo esto suceda tendremos que dejar atrás mente y creencias. Tendremos que parar la mente y estar en el momento presente. Sentir, y dejarnos de expectativas y objetivos a los que llegar. La sexualidad normal está obsesionada con el orgasmo. Hemos hecho un dios del orgasmo. Pero el orgasmo no es más que un pico, una muestra de algo más amplio, una muestra del éxtasis de la disolución; y no deja de ser ego ("Primero Dos..."), algo que empieza en mi y termina en mi. En el Tantra es muy común que no se tengan orgasmos y eso sorprende a veces. Y es que la energía cuando pasa del corazón se convierte en un éxtasis continuo que engloba todos esos orgasmos que tanto perseguimos. El mero hecho de perseguir el orgasmo, de ponernos ese objetivo, crea múltiples problemas. Realmente la frigidez en la mujer no es otra cosa que, además de la falta de capacidad del hombre para alcanzarla, la fijación por llegar a ese objetivo del orgasmo. Toda mujer que se entregue y que esté el suficiente tiempo en el acto amoroso tendrá un orgasmo de forma natural. De la misma forma, en el hombre, la impotencia no es nada más que el temor a no ser suficiente hombre, a no tener una erección suficiente. Todo el que ha practicado Tantra sabe que el hombre realmente no "penetra" a la mujer. Cuando tanto hombre como mujer, se encuentran relajados, limpios de emocionalidad y expectativas, con la mente en paz, la entrada del hombre se produce de forma natural. Incluso aunque no haya erección. Simplemente la mujer estará suficientemente abierta y lubricada, para que el lingan del hombre se pose en su yoni. Desde ahí todo será natural, pues tanto el lingan como el yoni tiene una inteligencia propia y sabrán cuando las cosas funcionan adecuadamente.
Podríamos definir el Tantra como el camino de máxima impecabilidad en el uso de nuestra energía sexual. Un camino para encontrarnos a nosotros mismos, un camino para reconciliar lo femenino y lo masculino, un camino para la paz interna, para la paz en la Tierra.
Publicado por Jesús Gómez en la revista "Espacio Humano", Junio-2002.
viernes, 2 de octubre de 2009
jueves, 1 de octubre de 2009
REFLEJO DE LA VIDA
Había una vez un anciano que pasaba los días sentado junto a un pozo a la entrada del pueblo.
Un día, un joven se le acercó y le preguntó:
"Yo nunca he venido por estos lugares, ¿Cómo son los habitantes de esta ciudad?"
El anciano le respondió con otra pregunta: "¿Cómo eran los habitantes de la ciudad de la que vienes?"
"Egoístas y malvados, por eso me he sentido contento de haber salido de allá"
"Así son los habitantes de esta ciudad", le respondió el anciano.
Un poco después, otro joven se acercó al anciano y le hizo la misma pregunta: "Voy llegando a este lugar, ¿Cómo son los habitantes de esta ciudad?"
El anciano, de nuevo, le contestó con la misma pregunta:
"¿Cómo eran los habitantes de la ciudad de donde vienes?"
"Eran buenos, generosos, hospitalarios, honestos, trabajadores. Tenía tantos amigos, que me ha costado mucho separarme de ellos"
"También los habitantes de esta ciudad son así", respondió el anciano.
Un hombre que había llevado a sus animales a tomar agua al pozo y que había escuchado la conversación, en cuanto el joven se alejó le dijo al anciano: "¿Cómo puedes dar dos respuestas completamente diferentes a la misma pregunta hecha por dos personas?"
"Mira" - le respondió - "Cada uno lleva el universo en su corazón. Quién no ha encontrado nada bueno en su pasado, tampoco lo encontrará aquí. En cambio, aquel que tenía amigos en su ciudad, encontrará también aquí amigos leales y fieles. Porque las personas son lo que encuentran en sí mismas, encuentran siempre lo que esperan encontrar".
TODO LO BUENO Y LO BELLO DE LA VIDA QUE NECESITAS, LO LLEVAS DENTRO DE TI - ¡¡¡SIMPLEMENTE DÉJALO SALIR !!!
sábado, 26 de septiembre de 2009
¿EXISTE O NO DIOS?
- "¿Dios creó todo lo que existe?
"Un estudiante contestó valiente:
- Sí, lo hizo.- ¿Dios creó todo?- Sí señor, -respondió el joven.
El profesor contestó:
-"Si Dios creó todo, entonces Dios hizo el mal, pues el mal existe y bajo el precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo".
El estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba de haber probado una vez más que la fe cristiana era un mito.
Otro estudiante levantó su mano y dijo:
-¿Puedo hacer una pregunta, profesor?.
-Por supuesto, -respondió el profesor.El joven se puso de pie y preguntó:-¿Profesor, existe el frío?
-¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que existe, ¿acaso usted no ha tenido frío?
El muchacho respondió:
-De hecho, señor, el frío no existe. Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en realidad es ausencia de calor.
"Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía.
El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para describir cómo nos sentimos si no tenemos calor".
-Y, ¿existe la oscuridad? -continuó el estudiante.El profesor respondió:
-Por supuesto.
El estudiante contestó:
-Nuevamente se equivoca, señor, la oscuridad tampoco existe. La oscuridad es en realidad ausencia de luz.
La luz se puede estudiar, la oscuridad no, incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no.
Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. ¿Cómo puede saber cuan oscuro está un espacio determinado? Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así?
Oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando no hay luz presente.Finalmente, el joven preguntó al profesor:
- Señor, ¿existe el mal?.
El profesor respondió:-Por supuesto que existe, como lo mencioné al principio:
vemos violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas son del mal.
A lo que el estudiante respondió:
-El mal no existe, señor, o al menos no existe por sí mismo.
El mal es simplemente la ausencia de Dios; es, al igual que los casos anteriores, un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia de Dios.
Dios no creó el mal. No es como la fe o el amor, que existen como existen el calor y la luz.
El mal es el resultado de que la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones.
Es como resulta el frío cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz.
Entonces el profesor, después de asentir con la cabeza, se quedó callado. El nombre del joven era
Albert Einstein.